Laguna de Ipala

Una fuente natural que se recarga de agua con el aporte de la lluvia y los pequeños afluentes de su cuenca, como cráter de un volcán.
El volcán de Ipala, llamado po­­pularmente el volcán de Agua, por la laguna que tiene en su cráter, es uno de los lugares cuya belleza natural atrae a turistas y especialistas que desean observar la flora, fauna y paisaje que caracterizan esa región del oriente guatemalteco.
Ipala es una palabra que evolucionó de Ipal-já que significa: “Asiento de reyes” en idioma Chortí. Está ubicada en el cráter del volcán a 1,650 metros sobre el nivel del mar, tiene 600 metros de diámetro y 15 de profundidad.
Los visitantes comienzan su aventura desde que dejan el ve­hículo en la aldea llamada Chagüitón. Desde ese punto, pueden caminar o alquilar una bestia para que los traslade hasta el volcán.
Se puede acampar alrededor de la laguna utilizando carpas, para tener por compañía a la luna y las estrellas. Quien lo prefiere puede elegir el alojamiento tipo bungalow que tiene cuatro camas. Según el Insivumeh, la laguna se recarga de agua con el aporte de la lluvia y los pequeños afluentes de su cuenca natural como cráter de un volcán. Su nivel se ha visto reducido en los últimos años por la variación climática.
Los residentes de aldeas circunvecinas ubicadas en Jutiapa agravan la situación porque extraen agua para el uso domiciliar y agrícola. Ello pone en riesgo el ecosistema.